Día
1. ¿Qué rayos con esa papa mutante?
Hoy, como de costumbre, llegué del trabajo muriéndome de
hambre. Recordaba perfectamente que no habría comida lista para mi, así que al
menos me había hecho a la idea.
Abrí el refrigerador para ver qué se me apetecía (pues para colmo, perdí la lista de menús que mi mamá me había dejado), y con mi nula imaginación para la cocina elegí una papa y una zanahoria. La zanahoria la pelé y me la comí a mordidas porque el hambre no me dejaba pensar. Y ya con el estómago entretenido, pensé en asarme la papa en el microondas.
La puse en una bolsa de plástico sin cerrar y, sin percatarme de que nuestro microondas tiene un botón que dice "potato", digité un 15. En 15 segundos pitó el microondas, y yo pensé "duuuh, 15 minutos se marca '1500'...". Por supuesto que no sabía si 15 minutos era mucho o muy poco de cualquier forma.
Me terminé mi zanahoria en lo que sacaba la margarina, el Parmesano vegano y la sal de mar para mi papa, pero el microondas seguía y seguía y a mí se me acababa la paciencia. Así que puse 3 tortillas de maiz en el comal y saqué una mitad de aguacate que había visto en el refrigerador para hacerme unos tacos en lo que estaba mi dichosa papa.
Mientras removía los pedazos negros de mi aguacate con un cuchillo para untar mantequilla, pensé que tal vez 15 minutos era demasiado para una sola papa pequeña. Así que faltando todavía 7 minutos, detuve el microondas.
Aún no estoy muy segura pero creo que hice bien porque mi papa salió arrugada como una pasa. La corté con dificultad y descubrí que el centro estaba absolutamente chicloso, mientras que los extremos estaban duros como una roca. Era la papa cocida más extraña que había visto en mi vida, pero tenía tanta hambre que unté los pedazos masticables con margarina, los bañé de sal y parmesano, y me los zambutí. Mientras tanto, se me quemaron las tortillas que tenía en el comal, pero solo de un lado, así que me las comí de cualquier forma.
No sé si era el hambre, pero a pesar de todo, esa papa me supo bastante bien. Como se había encogido y petrificado parcialmente, tuve que llenar el hueco en mi estómago con un pan integral tostado con margarina de fresa y mi habitual mazapán de postre.
Día 1: rescatado con dificultad.
- Lux
Abrí el refrigerador para ver qué se me apetecía (pues para colmo, perdí la lista de menús que mi mamá me había dejado), y con mi nula imaginación para la cocina elegí una papa y una zanahoria. La zanahoria la pelé y me la comí a mordidas porque el hambre no me dejaba pensar. Y ya con el estómago entretenido, pensé en asarme la papa en el microondas.
La puse en una bolsa de plástico sin cerrar y, sin percatarme de que nuestro microondas tiene un botón que dice "potato", digité un 15. En 15 segundos pitó el microondas, y yo pensé "duuuh, 15 minutos se marca '1500'...". Por supuesto que no sabía si 15 minutos era mucho o muy poco de cualquier forma.
Me terminé mi zanahoria en lo que sacaba la margarina, el Parmesano vegano y la sal de mar para mi papa, pero el microondas seguía y seguía y a mí se me acababa la paciencia. Así que puse 3 tortillas de maiz en el comal y saqué una mitad de aguacate que había visto en el refrigerador para hacerme unos tacos en lo que estaba mi dichosa papa.
Mientras removía los pedazos negros de mi aguacate con un cuchillo para untar mantequilla, pensé que tal vez 15 minutos era demasiado para una sola papa pequeña. Así que faltando todavía 7 minutos, detuve el microondas.
Aún no estoy muy segura pero creo que hice bien porque mi papa salió arrugada como una pasa. La corté con dificultad y descubrí que el centro estaba absolutamente chicloso, mientras que los extremos estaban duros como una roca. Era la papa cocida más extraña que había visto en mi vida, pero tenía tanta hambre que unté los pedazos masticables con margarina, los bañé de sal y parmesano, y me los zambutí. Mientras tanto, se me quemaron las tortillas que tenía en el comal, pero solo de un lado, así que me las comí de cualquier forma.
No sé si era el hambre, pero a pesar de todo, esa papa me supo bastante bien. Como se había encogido y petrificado parcialmente, tuve que llenar el hueco en mi estómago con un pan integral tostado con margarina de fresa y mi habitual mazapán de postre.
Día 1: rescatado con dificultad.
- Lux
No comments:
Post a Comment